El Thimphu Tshechu, uno de los festivales más grandiosos y vibrantes de Bután, tiene lugar en la capital, Thimphu. Este espectacular evento abarca tres días, comenzando en el décimo día del octavo mes del calendario lunar bhutanés. El festival, lleno de historia y tradición, fue establecido por el 4º Gobernante Temporal, Tenzing Rabgye (1638-1696) en 1670 para conmemorar el nacimiento de Guru Rinpoche, una figura espiritual venerada en la cultura bhutanesa.
Celebrado en el patio del majestuoso Tashichhodzong, el Thimphu Tshechu es una impresionante muestra de la cultura y espiritualidad bhutanesa. Miles de personas, incluyendo muchas que viajan desde distritos vecinos, se reúnen para presenciar esta vibrante celebración. El festival es precedido por días de oraciones y rituales para invocar las bendiciones de los dioses, asegurando una experiencia espiritualmente enriquecedora para todos los asistentes.
El Thimphu Tshechu es más que un festival religioso; es un evento social que une a las personas, vestidas con sus mejores trajes tradicionales. Las danzas realizadas durante el festival están profundamente arraigadas en las enseñanzas tántricas, invocando deidades para aniquilar las desgracias y traer paz y felicidad a la tierra. Se cree que asistir al Tshechu otorga mérito espiritual a los participantes.
El festival ha evolucionado desde su inicio. Inicialmente, cuando fue fundado por el 4º Desi, Gyalse Tenzin Rabgay, en 1867, contaba con algunas danzas sagradas realizadas exclusivamente por monjes. Estas incluían el Zhana Chham y el Zhana Nga Chham (Danzas de los 21 Sombreros Negros), el Durdag (Danza de los Señores del Campo de Cremación) y el Tungam Chham (Danza de las Deidades Terroríficas).
En la década de 1950, el festival experimentó cambios significativos bajo la guía del tercer Rey Jigme Dorji Wangchuck. Introdujo numerosas Boed Chhams (danza con máscaras realizada por monjes laicos), añadiendo color y variación al festival sin comprometer su esencia espiritual. Las danzas con máscaras como el Guru Tshengye (Ocho Manifestaciones del Guru) y Shaw Shachi (Danza de los Ciervos) son especialmente populares, pareciendo actuaciones teatrales que cautivan al público.
Una parte integral del Thimphu Tshechu es la presencia de los Atsaras, que no solo son entretenedores sino también protectores espirituales. Estos bufones, o dupthobs (acharyas), juegan un papel crucial en el festival realizando danzas y obras de teatro que encantan a las fuerzas malignas, evitando que causen daño durante las celebraciones. Los Atsaras modernos también utilizan sus actuaciones para difundir mensajes de salud y conciencia social, agregando un toque contemporáneo a la antigua tradición.
Para muchos bhutaneses, el Thimphu Tshechu es un descanso bienvenido de la vida diaria, especialmente para los agricultores. Es una ocasión para celebrar, recibir bendiciones y orar por salud y felicidad. El festival fomenta un sentido de comunidad y continuidad, asegurando que el patrimonio cultural y las tradiciones espirituales de Bután se transmitan a través de las generaciones.
Asistir al Thimphu Tshechu es una experiencia fascinante, que ofrece un vistazo único a la rica tapicería cultural y profundidad espiritual de Bután. Los colores vibrantes del festival, las danzas intrincadas y su profundo significado religioso lo convierten en un evento inolvidable para quienes tienen la fortuna de presenciarlo.
