La Madre Teresa, nacida Anjezë Gonxhe Bojaxhiu en 1910, fue una humanitaria extraordinaria conocida por su profunda compasión y trabajo incansable. Su increíble generosidad y desinterés le valieron el Premio Nobel de la Paz en 1979. Fue canonizada como santa en 2016.
Dedicada a la humanidad
El viaje de la Madre Teresa en la India comenzó a los 18 años cuando se unió a las Hermanas de Loreto en Irlanda y luego se mudó a Kolkata. Al ver la extrema pobreza allí, fundó los Misioneros de la Caridad en 1950, donde su equipo atendía a los enfermos, los pobres y los moribundos. El trabajo de caridad de la Madre Teresa era intensamente personal y directo. Estableció comedores comunitarios, dispensarios, clínicas móviles y hogares para personas con VIH/SIDA, lepra y tuberculosis. Con el tiempo, su trabajo se expandió más allá de Kolkata, estableciendo más de 500 misiones en toda la India para cuando falleció en 1997. Su filosofía de que los actos más pequeños de amabilidad pueden crear un cambio significativo sigue impulsando la organización hasta el día de hoy.
Un legado duradero
El legado de la Madre Teresa en la India es de profunda compasión y esperanza. Sigue siendo un símbolo de servicio desinteresado, con su vida y trabajo documentados en numerosos libros, documentales y películas. Su historia inspira a personas de todas las creencias y orígenes, demostrando el profundo impacto que se puede tener a través de una vida dedicada a servir a los demás.